El programa de cine para mayores:descubriendo el poder del segmento senior
Poco después de nuestro anterior post, en el que argumentábamos que retirar los descuentos a los mayores nos parecía un paso en falso, nos llegaba la noticia de la eliminación del programa de “Cine a 1 euro” de la Comunidad de Madrid. Su manutención costaba a las arcas públicas un millón de euros anuales, aunque a lo largo de los siete años de su existencia haya contado también con un indudable éxito de convocatoria.
No es necesario reiterarnos: cualquier cambio que suponga reducir servicios y ventajas a los mayores no nos congratula. La visita al cine a precios reducidos podía significar para muchos de ellos un pretexto perfecto para salir de casa, reunirse, sociabilizarse y mantenerse activos. Pero, por otro lado, conviene decir que el hecho de que esta subvención se dedicase al descuento de estrenos en las salas comerciales no era la única opción posible para conseguir este efecto y que, quizás, se puedan valorar opciones menos onerosas.
El argumento para esta supresión es, lógicamente, la necesidad de ahorro en unos presupuestos de 2013 muy mermados y con la que no podemos sino estar de acuerdo. El dinero destinado a financiar estas entradas se dedicará ahora, según la Consejería de Asuntos Sociales, a servicios más esenciales, a la espera de poder retomar el programa cuando las cuentas autonómicas mejoren. Además, se potenciarán otros programas alternativos, como el de “Mayores a escena” o los cursos de informática.
Con todo, el anuncio del consejero de Asuntos Sociales José Fermosel incorporaba un elemento de reflexión que nos resulta más estimulante. Aseguraba que el programa también era hoy más prescindible en la medida que “ya hay ofertas en el mercado sobre mayores: las empresas se han dado cuenta de que hay un colectivo potencialmente consumidor” para el que han puesto a su disposición “ofertas de cine, teatro y viajes a precio reducido”.
Es decir, que el programa había servido para descubrir la existencia y demanda de ese público antes ignorado y a generar negocio al prestarles atención. Y, por consiguiente, sería un ejemplo de inversión acertada para reactivar la economía por un lado y, por el otro, de la validez de nuestro repetido consejo a las empresas: pensar en los mayores sale a cuenta.