Vocación de personalizar
Una de las misiones primordiales y bien conocidas de Mayormente es tender puentes entre los mayores y la tecnología en sus diversas manifestaciones. Pero no se trata, simplemente, de instruirles en el uso de ordenadores, móviles o Internet, sino de ayudarles a encontrar las razones que les motiven a usar esos recursos de forma espontánea; utilidades que mejoren de algún modo su calidad de vida y por las que desarrollen apego.
Y para eso no basta con “fabricar” manuales de instrucciones todoterreno y cursos seriales, sino que hay que buscar las palancas que muevan ese interés y explicarse con el lenguaje preciso para cada público. Un trabajo de adaptación que a nosotros nos gusta especialmente desarrollar, porque al hacerlo también aprendemos sobre nuestro público.
Una experiencia muy valiosa en este sentido ha sido la que desde hace ya algunas temporadas tenemos gracias al curso de iniciación a Internet para padres de empleados de IBM. El pionero y gigante de la informática tiene en sus filas a algunos de los mejores profesionales del mundo de la computación, pero muchas veces sus propios padres lo desconocen todo del entorno en el que se mueven sus hijos. Nuestro curso trata de hacer más pequeña, ni que sea un poco, esa brecha. Su tipología es la de un curso para mayores primerizos, cierto, pero también ha de incorporar una sensibilidad especial: es para personas que, por un lado, tienen en su familia más cercana a alguien que es un experto en el medio y que les podrá ayudar posteriormente sin gran esfuerzo. Pero por otro lado, y por ese mismo motivo, pueden sentirse más inhibidos y abrumados en su relación con la web y el PC que otros mayores. Nuestro trabajo es tanto darles unos rudimentos para que comiencen su exploración como hacerles perder los complejos y demostrarles que lo que la red ofrece no es un coto sólo para especialistas.
Hemos de ser flexibles e intuitivos para saber lo que nos requiere cada colectivo y el modo de estimularlo, no dar fórmulas cerradas a las que tarde o temprano se les ve el latón. Ofrecer siempre unos contenidos ajustados a las características singulares de cada grupo.
Y cuando hablamos de colectivos lo hacemos en un sentido nada restrictivo. Quizás uno esté pensando sólo en los inmigrantes, los mayores, los niños o los discapacitados. Pero, por ejemplo, a las amas de casa se las puede considerar perfectamente un colectivo en la medida en que es muy posible que compartan cierta situación de partida, cierta base de conocimientos y ciertas necesidades comunes. Una identidad propia y distintiva que demanda, en consecuencia, una formación “no estándar”; con temas apropiados, un enfoque y un lenguaje específicos… Algo en lo que Mayormente trabaja desde hace años, tratando de ajustar sus charlas, talleres y cursos de formación a cada público, ya sean seniors, niños, mujeres, etc.
En este sentido, nos gusta la actividad que el Instituto Asturiano de la Mujer hace para difundir la web 2.0 entre las mujeres y otras asociaciones, así como la de nuestros amigos Cibervoluntari@s (twitter.com/cibervoluntarios), que trabajan en las particulares necesidades y motivaciones de su público, desfavorecidos u olvidados por la Administración Pública.