El invierno demográfico
España es un país en el que la natalidad desciende casi por segundos y los ancianos cobran cada día mayor importancia en la pirámide demográfica. A pesar de eso, nuestra tasa de natalidad no es de las más bajas de Europa, lugares como Noruega o Países Bajos se sitúan en niveles muy parecidos. Las soluciones no son sencillas, entre ellas políticas de apoyo a la maternidad o ayudas a la familia que en muchos lugares ya se aplican sin demasiado éxito.
Parece que las nuevas generaciones tienen hoy otras metas personales y profesionales y tener descendencia ya no es una prioridad como lo fue para sus padres o abuelos.
Alejandro Macarrón, autor de “el suicidio demográfico de España” apuesta por adoptar ciertas medidas, entre las que cita que la pensión se incremente según los hijos que se tengan o que se beneficie fiscalmente a las familias con hijos. Macarrón pretende que con esta publicación se ponga sobre la mesa un debate al que cree que se está prestando muy poca atención y ante el que una falta de respuestas pensadas y planificadas puede tener serias consecuencias.
La baja natalidad tendrá sus efectos en el futuro. El debate reside en buscar la forma de evitar las consecuencias más inquietantes de este fenómeno mundial. La pirámide demográfica adelgaza por la base y esto hace cada vez más factible que se desmorone.
Este fenómeno es lo que algunos denominan el “invierno demográfico” que muchos consideran ya inevitable, y aunque se distinguen entre quienes prevén un escenario bastante desastroso y quienes lo perciben como una oportunidad para aliviar la sobrepoblación del planeta, lo que es evidente es que los abuelos cobran cada vez mayor importancia en nuestra sociedad.
Por eso y porque hoy es San Joaquín y Santa Ana o lo que es lo mismo el día de los abuelos, desde nuestro blog no podemos dejar pasar la oportunidad de felicitarles, porque gracias a ellos somos posibles nosotros, y porque la tercera edad es nuestra razón de ser.